no soy fanática de Serrat. me gusta. por eso cuando J. vino a pasar unos días a casa, tuvo que explicarme que Miguel Hernández era un poeta y que Serrat le ponía música a muchos de sus textos. el libro que J. estaba leyendo, era una biografía de Hernández, que pensaba terminar y dejarme antes de irse. y lo hizo. el lunes.
hoy N., dueño de la disquería, me dejó sobre el mostrador del local donde trabajo el último disco de Serrat. dijo que me lo mandaba T., su empleado y mi amigo.
me hubiera sorprendido el gesto por sí solo, pero fue más shockeante que el disco fuera con temas escritos por Hernández. Todos.
hijo de la luz y de la sombra.
leí el booklet como si de un libro de poemas se tratara porque a veces, en esos casos, hay una señal. algo que entender.
a la hora cae T. en el negocio. me dice que acaba de darse cuenta, de que cuando revisaba los discos que habían entrado en el nuevo pedido, me había mandado uno de Serrat y no tenía idea de por qué.
entre los poemas que leí, encontré este fragmento:
La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.
Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.
no tengo necesidad de seguir buscando significados. simplemente uno encuentra lo que necesita leer.
entre otras noticias, después de 12 años de conocer, leer y sentir cierta atracción malsana por Boris Vian, me digné a entrar en la librería y pedir una de sus novelas. una de varias. solamente la que quería.
por supuesto, era la única que tenían.
así que toda la tarde me estuve revolcando en Escupiré sobre vuestra tumba. y lo haría el resto de mi vida si los libros no tuvieran un final.
2 comentarios:
=)
aguante que esté todo organizado. viste, las visitas traen tourbis, es así.
beso grande querida
soy un genio.
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