Después de seleccionar los productos que compraría y antes de pagar, la
señora anunció: Bueno, ahora vamos a esperar a que venga mi marido con
la tarjeta de crédito. Es taxista y estaba en un viaje a barrio sur.
Momento para poner en práctica meditación zen en el trabajo 2:
La tarjeta del taxista no estaba habilitada.
Porque siempre se puede meditar. La excusa de no tener tiempo es una patraña.
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