jueves, 6 de octubre de 2011

Juan Forn, María Domecq // La teoría de la caída libre.

En una de esas charlas de la vida le contaba a un amigo una teoría sobre el final de las relaciones, teoría que por supuesto iba inventando en ese momento.

También hablamos de Juan Forn.

Cinco días después, inmersa en la novela María Domecq, del recién mencionado, encuentro mi teoría, igual, pero explicada más linda. Bah, yo no hubiera utilizado el verbo "calzar" ni ahí. Y dice:

Dos personas están juntas, sienten cómo calzan uno con el otro, y de pronto se produce un mínimo movimiento entre los dos que altera el molde que conforman. La primera reacción es recuperar instantáneamente ese calce perfecto, caer en él de nuevo, nada más fácil, no puede hacer falta más que una pequeña corrección. Sin embargo, con cada movimiento que hacemos se vuelve más evidente el desfasaje. El desajuste sigue siendo mínimo, pero ya no hay retorno. Porque el calce ya no está ahí, sencillamente. No hay manera de volver a caer en él porque ya no existe.

Uno simplemente cae.

Y no hay nada abajo.

No hay nadie al lado.

No hay otra cosa que seguir cayendo.

2 comentarios:

Tobias Maddox dijo...

confío en que tu amigo haya grabado la conversación que mantuvo con vos. apuesto mis riñones a que sí usaste la palabra "calzar". es una palabra muy tuya.

Flor dijo...

jajajaja no lo es. y menos que menos "calce".
si la grabó, fue un grabador oculto, creo que no sirve como prueba en un juicio.